Consejos útiles para mejorar las digestiones lentas

Índice
  1. Qué es la digestión lenta y cuáles son sus causas
  2. Síntomas de la digestión lenta
  3. Cómo prevenir la digestión lenta
  4. Remedios naturales para calmar las digestiones lentas

Algunas personas sufren de digestión lenta y esto puede tener consecuencias bastante irritantes que derivan en otras enfermedades y padecimientos. Las digestiones lentas son un problema que afecta cada vez a más personas, en parte debido a una mala alimentación.

Pero sí tiene tratamiento y se puede curar con consejo médico y remedios naturales indicados para facilitar las digestiones lentas.

Qué es la digestión lenta y cuáles son sus causas

Los alimentos, que pasan a nuestro aparato digestivo, se absorben y los nutrientes se envían a los órganos a través de la sangre. Cuando el sistema digestivo no está funcionando correctamente, esta función no se realiza bien y entonces decimos que es un sistema digestivo lento o inactivo.

Las causas de las digestiones lentas son variables y dependen de cada persona, su organismo, circunstancias y enfermedades relacionadas. Una posible causa es el estreñimiento, que hace que los alimentos se acumulen en el estómago y los intestinos se resientan cuando no se defeca adecuadamente. Por el contrario, la diarrea es otra condición relacionada con el sistema digestivo que puede causar una digestión más lenta.

Una dieta pobre que consiste únicamente en alimentos ricos en grasas, sal y proteínas puede causar una digestión lenta. Dependiendo de la persona, estos alimentos pueden ser más complejos y difíciles de digerir. Otra razón puede ser las diferentes etapas por las que pasamos en la vida. Este es el caso del embarazo, que es un síntoma o causa bastante normal, especialmente en el primer y segundo trimestre.

Para ello, lo mejor es evitar las comidas copiosas, beber agua, hacer ejercicio con regularidad y/o consultar con el médico en caso de que no se solucione en unas semanas.

En los ancianos, la digestión puede ser mucho más lenta y pesada si se ralentizan las actividades diarias, se hace menos ejercicio y se come menos.

Algunos medicamentos son una causa directa de la digestión lenta. Como por ejemplo pueden ser los antibióticos y analgésicos tomados de forma regular. Normalmente, una vez suspendidos estos medicamentos, el problema desaparece.

Síntomas de la digestión lenta

Al igual que las causas, los síntomas de la digestión lenta son numerosos y varían de persona a persona. Normalmente, cuando hay digestiones lentas y pesadas, suelen presentarse dolores abdominales y estomacales, ganas de vomitar combinado con náuseas.

También destaca el cansancio y la hinchazón del estómago junto con los gases, que son bastante comunes cuando la digestión es lenta. Esto va acompañado, entre otras cosas, de ardor y estreñimiento.

Cómo prevenir la digestión lenta

Algunos hábitos ayudarán a prevenir este tipo de digestión. Al principio, debemos prestar especial atención a la alimentación y evitar las grasas y las comidas copiosas, sobre todo si sabemos que no nos encontramos bien.

Evite ciertas bebidas que contengan gas y azúcar, así como la cafeína y las bebidas alcohólicas. Se recomienda aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra que mejoren el proceso digestivo. También es recomendable beber agua diariamente para mejorar el tránsito intestinal.

Es importante comer siempre a la misma hora, hacer cinco comidas al día sin abundar, masticar despacio, comer despacio sin prisas y tener una dieta variada, rica en frutas, verduras y pescado. Hacer ejercicio regularmente y llevar una vida sana también son hábitos recomendables para las digestiones pesadas y algo lentas.

Remedios naturales para calmar las digestiones lentas

Algunos médicos recomiendan tomar probióticos y prebióticos para mejorar la flora intestinal. Lo podemos encontrar en alimentos ricos en fibra, en el yogur, así como en algunas verduras y hortalizas de hoja verde.

También son buenas las infusiones, sobre todo de anís, manzanilla, menta, hinojo, regaliz, comino, jengibre y semillas de lino o chía que son muy utilizadas para dar sabor a diversos alimentos.

Además de estas infusiones, son buenos los tés (que no tienen mucha teína y son más ligeros), como el té verde o el té de anís, ambos tienen propiedades reductoras de gases e inflamación estomacal.

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